martes, 11 de enero de 2011

LO QUE HE APRENDIDO HASTA AHORA.

Siempre deja algo completamente fuera de lugar en tu trabajo, Algo claramente alarmante: Una cosa arriesgada, enloquecida, fuera de tono. Seguramente llamará la atención y te pedirán lo cambies, Discutirás y puede que pierdas o puede que ganes. Pero mientras tanto, habrán dejado pasar muchos otros detalles pequeños, distraídos por ese pequeño foco rojo...

Nunca le creas a lo que dicen las etiquetas de las cremas faciales, a la gente que dice que ha cambiado, ni al elogio de un actor.

Ante la duda, cállate.

El sexo nunca es tan bueno como te imaginas que va a ser.

Si notas que mastica con la boca abierta, bye.

No te arranques esa costra.

Si piensas en ella/él/eso, más de 7 veces al día, es hora de admitir que estás enamorado/enculado/enganchado.

Si estás enganchado, puede ser que lo dejes con disciplina, parches, AA, Oceánica. Si estás enculado, se cura tirándotela/o. Si estás enamorado, chupaste faros.

Nada detiene el tren descarrilado de dos personas que conectan en pasión. Especialmente cuando no deben.

No compres ropa para "cuando adelgaces".

No esperes la inspiración. Trabaja. Si llega, qué bien. Si no, cobras el cheque.

No vayas al súper con hambre.

Si te casas, no obtendrás una amante de tiempo completo. Ni una novia vitalicia. Ni un apoyo incondicional. Obtendrás, si lo haces bien, un cómplice. Y si lo haces bien, es más que suficiente.

Deja que te llamen primero, te busquen primero, te saluden primero. Deja de correr por todos lados tratando de agradarle a todo el mundo. De todas maneras, no vas a conseguirlo.

Mientras mejor hagas las cosas, más gente te aborrecerá.

La ropa floja sólo te hará ver más gordo, la ropa apretada te hara ver más gordo; mejor baja de peso.

Haz que te interese la vida de la gente con la que trabajas.

Mira a los ojos.

Escucha.

El negocio es como bailar danzón. Me lo dijo un maestro. No tienes más que un tabique para moverte, así de limitado. Pero en ese tabique, tienes que bailar como para parar en seco a todo el salón de baile.

Lo único que hacemos en este viaje es escoger las pocas cosas que nos vamos a llevar a la tumba. Las pocas cosas que el día que nos toque, vamos a querer recordar: Algunas pláticas, Un beso, Un chiste malo entre amigos, Una noche perdido en la ciudad y Ese momento perfecto, El color del cabello de aquel amor. Todo lo demás vale madres, y tienes que poder mandarlo al carajo en cualquier momento... o tratar de aprender a hacerlo. So far so good.

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